Lo importante no es siempre lo visible y en San Martin, nuevamente la inviabilidad de algunos, quedó en evidencia con un artículo pago, denostando a un concejal de la oposición, el más votado, José Ramírez.
Sin dudar José es un enemigo para algunos que en casi dos décadas lograron que millares, como José tuviesen que emigrar para lograr formarse, y lograr, modestamente, conformar su familia y tener con que cuidarla. José es un símbolo inequívoco de ese pasado, que aún es presente.
Su compromiso y lealtad hacia el pueblo que lo voto hace que sea un acérrimo defensor de los intereses de los mismo, cuidando los recursos y acciones que deben llevarse adelante en beneficio de los sanmartinianos, situación que molesta y mas aun cuando viene de un trabajador como es José que circunstancialmente ocupa un lugar en la legislatura Municipal.José Ramírez nació de un padre obrero de la construcción y una ama de casa, Se crió en una casita un poco más fuerte que una casilla, pero de madera al fin. Es petiso, de tez oscura, y bizco. Un poco deslucido representante del género masculino. No obstante, su tenacidad, un contexto afectivo que lo alentó a cumplir sus objetivos, padres amorosos, lograron lo que nadie en su familia anteriormente. José no solamente se recibió del secundario, donde además se hizo amigo de Fabián García, sino que, sin oportunidad en San Martin, al igual que otros miles y miles de jóvenes, a encontrar su futuro, lo que motivo a trabajar con el objetivo de erradicar esta situación en las futuras generaciones y desarrollar oportunidades a los sanmartinianos que por diferentes razones no están en el pueblo y sueñan con volver. Con proyectos e ideas que prometen cambiar la visión de un San Martín estancado por uno con un futuro con desarrollo productivo y social que lleve al siguiente nivel a la comunidad.
Como profesional José logro instalarse en un mercado laboral competitivo, tener un nivel de éxito personal y económico. Es humano, errores habrá cometido y cometerá, por su condición de legislador, y conocedor de la necesidad en persona, lleva donaciones para los afectados por la falta de trabajo motivado por el confinamiento, además de aportar con fondos propios juntos a sus pares del bloque de concejales en beneficio del Hospital local, trabajando con instituciones y vecinos que así lo solicitan.
José, vecino del barrio La Toma, puede ser una molestia para algunos, y en realidad que este se ocupe de él es interesante. Es probable que José mida demasiado bien para la zona de confort de un gobierno que desconoce prioridades. Y ciertamente el intento de golpes bajos solo generan más ansiedad y angustia en un pueblo que hoy necesita tranquilidad para sortear la presente emergencia, más aun, necesita guardar su energía para un futuro que desea fundar.
