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jueves, 11 de octubre de 2018

El oso Uliambre orgullo sanmartiniano

Me llamo Pedro Damián Uliambre. Nací en Chaco, en un pueblo que se llama General San Martín. Vengo de una familia humilde, y una niñez realmente gratificante; donde mi único sueño era jugar en primera. Soy el tercero de siete hermanos y gran parte del día pasábamos pateando una pelota (hasta de pomelos las hacíamos!). Esas eran épocas en la que teníamos que trabajar desde chicos para ayudar en la economía de casa. Hice de todo: vendí helados, trabajé en una verdulería, en un taller de chapa y pintura. Lo importante era cooperar con la familia. Cuando cumplí 17, se dio la oportunidad de ir a probarme a Rosario Central. En ese momento no era como ahora y tuve que trabajar de canillita para poder sostener el sueño de ser jugador profesional. Allí la conocí a Emilse, mi compañera y madre de mis dos hijos: Nicolás y Sol. De Central me fui a Platense y más tarde a Estudiantes. Allí me eligieron para probarme en Colón. Lo que viene es la historia más conocida: fui parte de ese grupo de jugadores que tuvo el privilegio de llevar al club de regreso a la Primera, después de 15 años. Todavía los hinchas lo recuerdan. Y ya no me fui nunca más: ni de Colón, ni de Santa Fe.


Cuando decidí retirarme, elegimos Sauce Viejo para radicarnos. Para criar nuestros hijos. Para vivir. Tenía el río tan cerca…siempre me gustó ese paisaje. Mis padres me enseñaron a ser respetuoso, responsable, a hacer las cosas bien. Esa fue la base de mi crianza. Y el fútbol me enseñó otras cosas: el juego en equipo, la disciplina y el esfuerzo al máximo. Y el compartir con la gente y mis compañeros la alegría de los triunfos y también la superación de la derrota. Soy una persona de convicciones profundas, eso me llevó a ser quien soy y siempre ir por más. Quiero devolverle a Sauce Viejo, a cada uno de sus vecinos, parte de lo que me dieron en todos estos años. Tengo el compromiso y las ganas de hacerlo. Cuando era un pibe, mi único sueño era jugar al fútbol. Lo cumplí. Hoy tengo otro sueño: trabajar por Sauce Viejo. Hagamos, entre todos, que sea posible. Sauce Viejo somos todos.
LA TRIBU ROBERTO MENAPACE