El Frente Chaqueño fue la herramienta electoral que creó Jorge Capitanich para competir electoralmente en este 2019, un año atípico en tiempos políticos que dejó mucho para analizar y que en 60 días, desde aquel 11 de agosto de las PASO Nacionales hasta el 13 de Octubre de Elecciones provinciales, pareció que más que 60 días y tiene da la sensación que pasaron años y que además agregó un tiempo extra el 10 de Noviembre. Tan raro ha sido este tiempo electoral que hoy, ya transcurrido todo el proceso, claramente no hay un liderazgo establecido.El primer capítulo fueron la PASO Nacionales donde la Fórmula de Alberto y Cristina sumaron un 60,90% de votos, de los cuales un 67,62 de ellos los aporto Capitanich contra un 31,87 de Peppo y es allí, donde nace las lecturas desprolijas que nos hacen pensar, que en un político como Coqui, pudo haber caído en malas por apuro o por intención.Es que con esos números bajo el brazo, aceleró una situación que esos 60 días posteriores demostrarían que no eran tal. Domingo Peppo declinó su candidatura a la reelección en un gesto de unidad que Capitanich nunca aprovechó sino que se sintió dueño de todo e inició un camino que esperaba el 13 de Octubre lo corone como Gobernador con la cosecha de votos más alta de la historia, pero sin embargo ganó con el 49,49% lejos de ese 65% que era la meta. Los números de la PASO Nacional eran de Alberto y Cristina y el arrastre favoreció a Capitanich por la tan famosa boleta larga y ese gesto de Unidad de Peppo nunca fue capitalizado por un Coqui que plantó candidatos propios en muchos municipios donde algunos intendentes hasta desdoblaron las elecciones para evitar que esa actitud de quién conducía los perjudique, grave error del hoy gobernador electo.
Luego llegaría las batallas finales del 10 de noviembre donde sus operadores, Betty Bogado, Aldo Leiva, Hugo Sager, Juan Manuel Pedrini, Atlanto Honcheruk, Antonio Rodas y varios intendentes que ampliaron su radio de acción fueron los elegidos para ese armado de estructuras coquistas en pos de ganar todo y fortalecer al nuevo conductor. Sin embargo cada uno volvió con sus alforjas vacías de triunfos y cargaron sobre la espalda de Coqui en menos de 30 días derrotas tras derrotas donde el propio Capitanich jugó fuerte y perdió con sus hombres. Resistencia y Sáenz Peña seguro, fueron las pérdidas más dolorosas por el peso territorial que tienen.
Hugo Sager fue quien quiso justificar diciendo “perdieron los candidatos” como agregando un valor declarativo a su intención de ser el bendecido para presidir la cámara dado que electoralmente hasta perdió en su ciudad, Puerto Tirol, donde fruto de sus errores, volvió el Radicalismo al poder.
Todo ese sembradío de operadores a Capitanich le rindió muy poco, Betty Bogado solo cosechó derrotas, Honcharuk debió volver a su Villa Berthet derrotado en San Bernardo y Samuhu, Rodas retuvo Fontana pero el Concejo parecerá un arco iris de tantos colores que lograron representatividad. Aldo Leiva ganó por poco e impuso a su hijo en San Martin pero los demás lugares donde operó fueron de escaso éxito. Resistencia significoó un duro trago con Diego Arévalo al igual que Sáenz Peña, con su propio hermano. El Gobernador electo sumó 8 derrotas y una victoria a medias en un 10 de Noviembre para el olvido.
Demasiados vacíos para un Capitanich que puso paños fríos y se fue a descansar pero seguramente en el lugar que eligió habrá pensado y mucho el replanteo hacia adelante, deberá cambiar su entorno de operadores, desactualizados, creídos, a veces hasta prepotentes. Faltos de poder y de capacidad de construcción todos fallaron en un tiempo donde la ciudadanía pide de la política acciones distintas y más actualizadas que los métodos aplicados por los elegidos de Coqui para su estructura. Pedrini podrá colgarse la medalla de recuperar Pinedo pero después pocos tienen un mérito para destacar.
Tendrá que actuar rápido Capitanich para que esa sensación de derrotas, aun sin asumir, no profundice la visión que muchos ya tienen y aun sin irse comienzan a añorar el “estilo Peppo”: conciliador, abierto y humilde para que no se trasforme también ello en una piedra demasiado grande en el camino de conducción del gobernador electo.
Territorialmente hoy Gustavo Martínez es el dirigente más fuerte, Domingo Peppo comenzará su proceso de reinventarse y apostara todo a que el tiempo demuestre que su gobierno tuvo un valor tan fuerte que hoy debemos decir que hasta el propio Capitanich lo desaprovechó, al no utilizarlo en la campaña y queda en Capitanich los mayores desafíos. Reconstruir la relación con los Intendentes, aquellos con los que acordó pero los invadió en sus listas legislativas y aquellos que no torcieron el brazo y en la urnas derrotaron a sus candidatos. Queda claro que el gesto de unidad de Peppo no lo capitalizó Capitanich y al no llegar la victoria contundente, la debilidad es notoria. ¿Qué hubiera pasado si Peppo no se bajaba? Si con sólo poner su boleta en el cuarto oscuro seguro forzaba la segunda vuelta.
La presidencia de la Cámara de Diputados se trasforma en una prueba de fuego y por lo poco que se sabe es el propio Capitanich quien asumió el rol de operador, no es para menos si tomamos en cuenta los antecedentes de los elegidos en las últimas elecciones municipales que le hicieron poner apoyos donde luego no pudieron brindarles una victoria. Pero más allá de la resolución de ese lugar, donde el apuesta por Hugo Sager, derrotado, desgastado, desactualizado pero bendecido por el líder para ese cargo, a Coqui le queda un trabajo de armado muy fuerte donde seguramente deberá llamar a todos pero no para obedecer sino para que sumen y aporten.
Hoy el capital de Capitanich es solo su figura, ni siquiera su compañera de fórmula representa un apoyo, ese capital bastará para los primeros meses pero luego necesitará imperiosamente consensos y apoyos. ¿Tendrá esa apertura?
¿Entenderá de los errores cometidos? ¿Hacia donde irán sus alianzas? ¿El tridente Coqui, Peppo, Gustavo?y ¿Los Intendentes? Muchas preguntas donde solo Coqui tiene las respuestas.
Lo que seguro ya sabe es que deberá dejar de lado a sus operadores y apuntar a un recambio, que su figura no alcanzará y que la gobernabilidad no llegará con imposiciones sino por los consensos que la ciudadanía chaqueña votó y eligió, pero que todo podía haber sido mejor si su lectura hubiera sido más exacta. Tiene una herramienta que es el poder y la gestión. Desde el 10 de diciembre empezará a verse ello, pero asumirá con la rara sensación de haber sido ganador, y en menos de 30 días cargar con duras derrotas que mostraron que los votos no se transfieren con señalar a alguien nada más.
Por eso su capital, ese que obtuvo por su propio peso, servirá para los primeros meses pero de la apertura y construcción que haga en ese tiempo estará gran parte del futuro del gobierno chaqueño. Será su tarea que la gente, los intendentes, las instituciones etc. no añoren el “estilo Peppo”, o que la territorialidad de Martínez cope el centro de la escena. Mucha tarea para el creador del Frente Chaqueño, que por ahora solo sirvió para su candidatura y victoria pero como frente y construcción política todavía está en pañales.
Algo raro como fue todo este 2019 donde asumirá un Capitanich victorioso justamente como Capitanich pero cargado antes de ello con derrotas como proyecto político que, en esa rapidez con que todo pasa, en este Chaco veremos cuanto afecta a la gobernabilidad que es necesaria para un mejor futuro para todos.
FUENTE:
Diario21.tv